Podemos asegurar que, hoy por hoy, la mitad de los problemas que pueden afectar a un equipo de PC están relacionados con el software. La otra mitad tiene que ver con algún dispositivo de hardware mal configurado, con fallas de fabricación, con vida útil terminada, daños o incompatibilidades, ventilación incorrecta o que no cumple con los requerimientos mínimos para que el equipo funcione adecuadamente.
A modo de presentación, listaremos las clases de fallas típicas que afectan a las computadoras modernas, con una breve descripción, las posibles causas y sus soluciones; luego, en los próximos capítulos, nos dedicaremos a tratarlas en detalle.
PROBLEMAS DE ARRANQUE
Los problemas de encendido son los más evidentes a los ojos. El equipo no envía señal a la pantalla o, peor aún, ni siquiera enciende las luces del panel frontal del gabinete. En el primero de los casos, puede tratarse de una falla en los componentes críticos relacionados con la puesta en marcha; éstos son: la línea de tensión que llega al equipo (incluyendo el valor de tensión, estabilizador, UPS o enchufes), la fuente de alimentación, el motherboard, el microprocesador, la memoria RAM o tarjeta gráfica. Este tipo de problemas involucra una cantidad considerable de dispositivos por comprobar, y más de uno puede estar provocando la falla. Debemos tener en cuenta que su resolución suele consumir una cantidad importante de tiempo.
Por otra parte, cuando al pulsar el botón de encendido no hay respuesta de los LEDs frontales de la carcasa, el problema parece ser todavía mayor, pero la solución quizás sea más simple. Este tipo de falla involucra en primer lugar a la fuente de energía y, luego, a un posible cortocircuito dentro del equipo. Los cortocircuitos dentro de una computadora pueden darse a causa de una descarga externa notable (por lo general, producidas por tormentas eléctricas a través de módems o placas de red), o bien, debido a una reciente manipulación descuidada del interior del equipo: trabajar con herramientas que no son las adecuadas, en condiciones deficientes de ambiente (luz, espacio, etcétera), con conocimientos insuficientes sobre lo que se esté haciendo o con poca delicadeza, pueden llegar a producir involuntariamente la unión de dos contactos en los circuitos del motherboard, de alguna placa de expansión o en el apartado lógico del disco duro. Esa fusión innecesaria entre dos puntos de un circuito –al poner en contacto dos pins o pistas– puede provocar un cortocircuito.
Cuando un equipo no enciende, debemos verificar que no haya bornes del motherboard ni de las tarjetas de expansión que hagan contacto.
La solución del problema se basa en la inspección visual de cada componente, para dar con los puntos que están en contacto por error. En la mayoría de los casos, basta con separarlos para que todo vuelva a la normalidad.
PROBLEMAS DE INESTABILIDAD
Ésta es una de las clases de fallas más comunes en los equipos, sus efectos suelen traer grandes dolores de cabeza a los usuarios si no guardaron previamente el trabajo que estaban realizando al momento del cuelgue, ya que, en general, la aplicación o la PC quedan fuera de servicio hasta ser reiniciadas.
Esta clase de problemas se manifiesta de diversas formas, podemos observar un comportamiento errático de las aplicaciones o del sistema operativo, un congelamiento espontáneo del equipo, mensajes de error, pantallas azules (BSOD), cierre inesperado de programas o reinicio espontáneo del equipo, entre otras.
En el apartado del hardware, las causas son de lo más variadas, podemos encontrar módulos de memoria incompatibles o dañados, temperatura excesiva (del procesador, disco duro, placa de video), motherboard defectuoso, overclocking extremo, memoria caché L1 o L2 dañada, entre otros.
Los módulos de memoria RAM son una de las principales causas, aspecto que no cuenta en módulos de alta calidad o con tecnología ECC. Sin embargo, también existen causas vinculadas al software: incompatibilidad entre una aplicación residente (antivirus, firewall, etcétera) y el sistema operativo, un controlador de dispositivo mal depurado o incompatible con el sistema operativo, o también una infección con malware, entre otras.
En esta imagen, vemos una ventana de envío de reporte de errores, que nos informa que un programa ha dejado de funcionar.
PROBLEMAS INTERMITENTES
Este tipo de problemas son de compleja detección y suelen requerir una gran inversión de tiempo hasta dar con la causa. Esto se debe a que es poco probable encontrar una falla cuando ésta no ocurre en forma permanente. Es común que, al cabo de un tiempo, el problema vuelva a manifestarse para luego desaparecer por otro período.
Ante estos casos, debemos apuntar tanto a fallas mecánicas como a problemas relacionados con falsos contactos en las placas y circuitos. Revisar con detenimiento los circuitos de una placa de expansión o motherboard pueden mostrarnos una pista cortada o algún componente electrónico con una soldadura deficiente o a punto de desconectarse.
Para observar en detalle si algún componente electrónico está dañado o las pistas de una placa están cortadas, es aconsejable emplear una lupa y buena iluminación.
Debemos tener en cuenta que la acumulación de suciedad en los zócalos de conexión también puede afectar la comunicación permanente entre el motherboard, la memoria, el procesador y las placas de expansión.
Además, la humedad y el calor juegan un rol importante en este tipo de desperfectos discontinuos, ya que pueden ser causales directos del problema. En el Paso a paso que se muestra a continuación detallaremos las acciones que debemos llevar a cabo para evitar arranques intermitentes ocasionados por suciedad acumulada en los contactos de una tarjeta gráfica. El mismo procedimiento puede llevarse a cabo en módulos de memoria RAM.
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